La visita de reconocimiento
Una visita de orientación, a menudo llamada viaje de reconocimiento, es una visita previa a la toma de una decisión sobre el nuevo destino ofrecida a un candidato que está considerando seriamente una oferta de trabajo internacional. La empresa patrocina un viaje corto, que normalmente dura entre unos pocos días y una semana, para el candidato y a menudo su pareja o familia. El objetivo es doble. En primer lugar, permite a la empresa vender aún más la ubicación y el estilo de vida al candidato, reforzando la oferta de trabajo. En segundo lugar, y de mayor importancia, ofrece a la familia una impresión realista y tangible de su posible nueva vida. Durante el viaje, pueden explorar diferentes vecindarios, visitar escuelas internacionales, experimentar la cultura y el transporte locales y hacerse una idea del costo de vida. Es una herramienta crucial de due diligence diseñada para reducir el riesgo de una reubicación fallida, donde un empleado acepta un trabajo solo para que su familia esté infeliz y desee regresar a casa poco después. Una reubicación fallida es extremadamente costosa para una empresa, por lo que la inversión en un viaje de orientación se ve como una estrategia prudente de gestión de riesgos.
Estos viajes suelen estar altamente estructurados y gestionados por un agente de reubicación. El itinerario podría incluir un recorrido por la ciudad con guía, reuniones preorganizadas en escuelas internacionales y un recorrido de búsqueda de vivienda para ver ejemplos representativos de las propiedades de alquiler disponibles. Esto ofrece una instantánea comprimida pero informativa de cómo podría ser la vida. Para la familia, esta es una oportunidad invaluable para hacer preguntas críticas y abordar sus preocupaciones más importantes. ¿Es esta una ciudad en la que podemos imaginarnos viviendo? ¿Las escuelas son adecuadas para nuestros hijos? ¿Qué tan difícil será el desplazamiento diario? Responder a estas preguntas antes de tomar la decisión final puede marcar la diferencia entre una transición exitosa y una experiencia estresante y desagradable.
Una Realidad Curada
Aunque es increíblemente útil, es importante que el candidato en un viaje de orientación mantenga un sano sentido de escepticismo y reconozca que se le está mostrando una versión cuidadosamente curada de la realidad. El agente de reubicación y la empresa tienen un interés particular en presentar la ubicación bajo la mejor luz posible. Es probable que se le muestren los vecindarios más deseables, las escuelas mejor equipadas y las propiedades de alquiler más atractivas —y a menudo las más caras. La experiencia está diseñada para ser positiva y tranquilizadora. Es poco probable que incluya una visita a una oficina municipal abarrotada para hacer cola para un BSN, o una simulación realista de un viaje lluvioso en hora punta en un tranvía lleno.
Para sacar el máximo provecho del viaje, es vital ser proactivo. Investigue por su cuenta de antemano. Identifique vecindarios específicos o suburbios que le interesen y pídale al agente que le lleve allí, incluso si no forman parte del itinerario estándar. Intente apartarse del itinerario oficial durante unas horas para explorar por su cuenta. Visite un supermercado local para tener una idea real de los precios de los alimentos. Utilice el transporte público. Hable con otros expatriados que pueda conocer en la ciudad para obtener sus opiniones sin filtros. El viaje de orientación ofrece una vista previa fantástica pero, en última instancia, artificial. El objetivo es desvelar las capas de esta presentación curada para tomar una decisión informada y lúcida sobre una mudanza que cambia la vida.