Evaluación de tu historial financiero: La verificación de crédito
Como parte del proceso de selección de inquilinos, un arrendador o una agencia de alquiler puede querer realizar una verificación de crédito para evaluar su fiabilidad financiera. En los Países Bajos, esto es una práctica legal y relativamente común, pero está estrictamente regulada por leyes de privacidad, principalmente el RGPD (conocido como AVG
en neerlandés). Un arrendador no puede realizar una verificación de crédito a escondidas. Deben tener un 'interés legítimo' (gerechtvaardigd belang
)—en este caso, mitigar el riesgo financiero—y, lo crucial, deben informarte de que una verificación de crédito formará parte del procedimiento y obtener tu consentimiento explícito. Esto a menudo se realiza mediante una cláusula en el formulario de solicitud que firmas. Estas verificaciones suelen ser realizadas por agencias especializadas como EDR o Focum, que evalúan registros públicos de deudas y morosidad en pagos. No muestran su saldo bancario ni cómo gasta su dinero.
Un punto clave de discordia es cómo se utiliza esta información. Una mala puntuación de crédito no le da al arrendador carta blanca para rechazarle, especialmente si puede demostrar ingresos estables que cubren fácilmente la renta. Un arrendador debe usar la verificación de crédito como una parte de una evaluación holística. Si sabe que tiene una anotación negativa por un problema financiero pasado que ya se resolvió, a menudo es mejor ser franco al respecto y proporcionar contexto, en lugar de permitir que el arrendador lo descubra y saque sus propias conclusiones potencialmente incorrectas.
Exigiendo una 'VOG': ¿Un paso demasiado?
La Verklaring Omtrent het Gedrag
(VOG), o Certificado de Conducta, es un documento emitido por el Ministerio de Justicia y Seguridad que declara que el historial criminal de una persona no contiene delitos relevantes para un propósito específico (p. ej., un empleo). Algunos arrendadores, en un intento de ser excesivamente cautelosos, pueden solicitar a los posibles inquilinos que proporcionen un VOG. Esto supone una invasión significativa de su autoridad en casi todas las situaciones de alquiler estándar. Aunque un arrendador puede preguntar, por lo general no puede exigir un VOG como condición para alquilar un apartamento o casa normales. Exigir uno se considera una grave infracción a la privacidad del inquilino y no es proporcional a los intereses legítimos del arrendador.
Un inquilino tiene pleno derecho a negarse a tal solicitud. La Autoriteit Persoonsgegevens
(Autoridad Holandesa de Protección de Datos) ha dejado claro que una VOG solo debe ser requerida cuando existan preocupaciones de seguridad específicas y de alto riesgo que justifiquen un nivel tan profundo de verificación. Esto podría aplicarse al alquiler de una vivienda en una base militar o dentro de un complejo de tribunales, pero no se aplica al alquiler de un piso en Ámsterdam. Un arrendador que insista en una VOG para un alquiler estándar probablemente desconoce la ley o está usando tácticas de intimidación para seleccionar inquilinos. En cualquiera de los dos casos, es una señal de alerta importante.