Pago por quedarse
Un cargo injustificado
Una tarifa de renovación del contrato de arrendamiento (verlengingskosten) es una cuota que un arrendador o agente puede intentar cobrar a un inquilino cuando su contrato a término fijo está a punto de expirar y ambas partes desean continuar la tenencia. El agente justificará esta cuota alegando que cubre el trabajo administrativo de redactar un nuevo contrato o una adenda. Sin embargo, esta práctica es ampliamente considerada ilegal. El razonamiento legal es directo: el trabajo involucrado en renovar un contrato de arrendamiento para un inquilino ya existente es mínimo o inexistente. A menudo, implica cambiar unas pocas fechas en un documento de plantilla o, en el caso de un contrato a plazo fijo que se convierte automáticamente en indefinido, no hay trabajo alguno. Cobrar una cuota sustancial por esto es un claro caso de una 'ventaja desproporcionada' (onredelijk voordeel) prohibida por la ley.
La realidad legal de las renovaciones
Es importante que los inquilinos entiendan cómo funcionan las renovaciones. Un contrato a plazo fijo (p. ej., de 12 o 24 meses) no termina simplemente. Si el arrendador no da el aviso adecuado para terminarlo, y el inquilino permanece en la propiedad con el consentimiento del arrendador después de la fecha de finalización, el lease se convierte automáticamente en un contract voor onbepaalde tijd por efecto de la ley. Esto ocurre de forma automática, sin que se requiera un nuevo contrato o papeleo. Por lo tanto, cualquier cargo cobrado por este 'servicio' es por un servicio que ni siquiera era necesario. Si un arrendador insiste en un nuevo contrato a plazo fijo (lo cual solo es posible en circunstancias muy limitadas), el esfuerzo administrativo todavía se considera una parte normal de su negocio, no un servicio por el que el inquilino deba pagar. Cualquier inquilino que haya pagado la tarifa de renovación del contrato tiene un caso muy sólido para reclamar el dinero.