Un término de alerta roja para una práctica ilegal
'Tarifa de referencia' no es un término legal estándar en el mercado de alquileres holandés. Si un agente inmobiliario (makelaar) o un arrendador te cobra una 'tarifa de referencia' como condición para alquilar una propiedad, debes considerarlo como una gran señal de alerta. Esto es casi con seguridad un nombre creativo y engañoso para una comisión ilegal o bemiddelingskosten. La ley establece que si un agente actúa en nombre del arrendador para encontrar un inquilino (lo cual es el caso del 99% de las propiedades anunciadas en línea), no pueden cobrar ninguna tarifa al inquilino. El arrendador, que es el cliente del agente, debe pagar por sus servicios. Llamar a la tarifa una 'tarifa de referencia', 'tarifa de contrato', 'tarifa de administración', u otro nombre ingenioso no cambia su naturaleza ilegal.
El principio de 'servir a dos amos'
El principio legal detrás de esta regla es la prohibición de 'servir a dos amos' (het dienen van twee heren). Un agente es contratado por y representa los intereses del arrendador. Se considera un conflicto de intereses para ellos también cobrar una tarifa al inquilino, ya que no están representando los intereses del inquilino. Cualquier tarifa obligatoria y no reembolsable que un inquilino deba pagar al agente del arrendador para asegurar una propiedad se considera una comisión ilegal, independientemente de la etiqueta que el agente le dé. La única excepción es si la tarifa es por un servicio adicional verdaderamente opcional que el inquilino haya solicitado explícitamente, y la tarifa es una reflexión razonable del costo de ese servicio.
Qué hacer si te cobran una 'tarifa de referencia'
Si te encuentras con un agente que exige dicha tarifa, estás en una posición legal sólida. Puedes negarte a pagarla, indicando que sabes que es ilegal bemiddelingskosten. En el competitivo mercado de vivienda, esto podría significar que el agente se niegue a alquilarte (lo cual también es ilegal, pero difícil de demostrar). Una estrategia alterna, y a menudo más práctica, es pagar la tarifa para asegurar el apartamento —siempre mediante una transferencia bancaria rastreable con una descripción clara— y luego tomar medidas legales para reclamar la cantidad total después de que te hayas mudado. Tienes una alta probabilidad de éxito en el tribunal, ya que la ley está firmemente del lado del inquilino en este tema.