Pagando por las tuberías: la 'rioolheffing'
La tarifa de alcantarillado, o rioolheffing, es un impuesto municipal (gemeentelijke belasting) que los residentes pagan para cubrir los costos asociados con el sistema de alcantarillado público. Esto incluye la construcción, el mantenimiento y la reparación de la vasta red de tuberías subterráneas que transportan aguas residuales desde las viviendas y agua de lluvia desde las calles. Esto es distinto de la responsabilidad del arrendador de mantener las tuberías de alcantarillado privadas dentro del edificio; el rioolheffing es para la infraestructura pública fuera de su hogar. El impuesto es recaudado por el municipio y facturado directamente a los residentes.
La 'parte del usuario' frente a la 'parte del propietario'
En muchos municipios, el rioolheffing se divide en dos partes: una parte del propietario (eigenarendeel) y una parte del usuario (gebruikersdeel). La parte del propietario es un impuesto sobre la propiedad en sí por estar conectado al sistema de alcantarillado, y esto es pagado por el arrendador. La parte del usuario es un impuesto para el hogar por el servicio de descargar aguas residuales en la alcantarilla, y esto es pagado por el inquilino. El inquilino recibirá una factura anual del rioolheffing gebruikersdeel por parte del municipio, a menudo como parte de la valoración fiscal municipal combinada. El arrendador no puede cobrarle por su parte del propietario; este es su propio costo.
¿Cómo se calcula?
La forma de calcular la parte del usuario varía. Algunas municipalidades cobran una tarifa fija por hogar. Otras basan la tarifa en el número de personas en el hogar. Un tercer método, que está volviéndose más común, es basar la tarifa de alcantarillado en el consumo anual de agua, ya que esto es un buen sustituto de la cantidad de aguas residuales que produce su hogar. Independientemente del método, esto es un impuesto obligatorio para el inquilino. Los hogares de bajos ingresos pueden solicitar la exención (kwijtschelding) ante el municipio.