Normas neerlandesas sobre sustancias peligrosas
En los Estados Unidos, la ley federal exige a los propietarios de viviendas construidas antes de 1978 entregar a los inquilinos un formulario específico de divulgación de pintura con base de plomo. Este requisito de divulgación específico no existe en los Países Bajos. En su lugar, la responsabilidad de proteger a los inquilinos de materiales peligrosos recae en el deber general y global del arrendador de proporcionar una propiedad segura, saludable y bien mantenida. La presencia de niveles peligrosos de sustancias como el amianto o el plomo se considera un defecto serio (gebrek), que el arrendador está obligado a remediar.
Amianto (Asbest)
El amianto es el material peligroso histórico más conocido en la vivienda holandesa, ampliamente utilizado en la construcción desde el periodo de posguerra hasta su prohibición. Se puede encontrar en aislamiento, baldosas de piso, láminas de cemento y otros materiales.
La distinción crítica es entre hechtgebonden (unido) y niet-hechtgebonden (desmigajable) amianto. El amianto unido que está intacto y sin perturbar generalmente no se considera un riesgo inmediato. Sin embargo, la presencia de amianto desmigajable, o amianto unido dañado que puede liberar fibras al aire, es un defecto muy grave (gebrek). Si un inquilino descubre o sospecha esto, el arrendador tiene el deber de que sea investigado profesionalmente y, si es necesario, eliminado por una empresa certificada (sanering). Alquilar intencionadamente una propiedad con un riesgo conocido de amianto desmigajable es una violación grave del deber de cuidado del arrendador.
Plomo (Lood)
Aunque se utilizaba pintura con plomo en los Países Bajos, la preocupación contemporánea más apremiante es la presencia de antiguas tuberías de agua con plomo (loden leidingen) en edificios construidos antes de 1960. Estas tuberías pueden lixivar plomo al agua potable, planteando un riesgo significativo para la salud, especialmente para niños pequeños y mujeres embarazadas.
Desde finales de 2022, el límite legal para el plomo en el agua potable es de 5 microgramos por litro. Si una prueba de agua muestra una concentración más alta, la presencia de tuberías con plomo se considera un defecto serio. El inquilino tiene el derecho a exigir que el arrendador las reemplace. Los arrendadores están obligados a actuar, y los inquilinos pueden acudir a la Huurcommissie o a un tribunal para hacer cumplir esto. De igual manera, la pintura antigua con plomo que podría ser ingerida por un niño también se consideraría un defecto que el arrendador debe abordar.
El deber del arrendador de actuar
Incluso sin un formulario de divulgación específico, un arrendador que sabe, o debería saber razonablemente, sobre la presencia de materiales peligrosos tiene el deber de informar a los posibles inquilinos y de tomar medidas. Ocultar un riesgo conocido, como la presencia de tuberías con plomo, puede dar lugar a una responsabilidad significativa para el arrendador. Los inquilinos tienen derecho a solicitar información y, si existen sospechas razonables, a exigir una investigación por parte del arrendador.