Sin subvención, solo la obligación urgente del arrendador
No existe ninguna subvención o fondo gubernamental disponible para inquilinos o propietarios para reparaciones de emergencia. El marco legal en los Países Bajos es muy claro: el arrendador es 100% responsable de llevar a cabo y pagar las reparaciones de emergencia (spoedreparaties
) de su propiedad. Una emergencia es una deficiencia grave que representa un riesgo inmediato para la seguridad, la salud o la habitabilidad básica de la vivienda (por ejemplo, una fuga de gas importante, una avería completa de la calefacción en invierno, una tubería rota). La obligación del arrendador de reparar estos problemas es inmediata y es una parte fundamental del contrato de alquiler. La falta de fondos no es una excusa válida para que un arrendador retrase una reparación de emergencia.
El proceso de escalada para arrendadores que no responden
Aunque la obligación es clara, la pesadilla de un inquilino es tener una emergencia y un arrendador que no responde. En esta situación, el inquilino tiene una ruta de escalada definida por la ley. 1. Contactar al arrendador: El primer paso es siempre intentar contactar al arrendador a través de su número de emergencia disponible 24/7. 2. Aviso formal (Ingebrekestelling
): Si el arrendador no es alcanzable o se niega a actuar, el inquilino debe (si es posible) enviar un aviso por escrito inmediato (un correo electrónico o un mensaje es suficiente en una emergencia) indicando el problema y que si no se toma ninguna acción, el inquilino organizará la reparación por sí mismo. 3. Autoayuda (Zelfhulp
): Si el arrendador aún no actúa, el inquilino tiene derecho a contratar a un profesional calificado para realizar la reparación de emergencia necesaria para mitigar los daños. El inquilino pagaría la factura y luego tiene el derecho legal de deducir el costo razonable de la reparación de su próximo pago de alquiler.
Una herramienta arriesgada pero poderosa
El derecho a contratar a un profesional y deducir el costo del alquiler es una herramienta poderosa, pero también arriesgada. La carga de la prueba recae en el inquilino para demostrar que la situación fue una emergencia genuina, que el arrendador no respondió de manera adecuada, y que el costo de la reparación fue razonable. El no poder demostrar estos puntos podría resultar en que el inquilino acumule impagos de alquiler. Por lo tanto, este paso solo debe tomarse en una emergencia real, y después de documentar cada intento de contactar al arrendador. Se recomienda encarecidamente buscar asesoramiento rápido en el Juridisch Loket
antes de dar este paso.