El nuevo estándar de la recopilación de datos
En el actual mercado de alquiler holandés, el proceso de solicitud está casi completamente digitalizado. Ya quedaron atrás las reuniones en persona o los simples formularios en papel. Hoy, los posibles inquilinos deben navegar por portales en línea y cargar una colección amplia y profundamente personal de documentos para ser siquiera considerados para una visita. Un archivo de solicitud digital típico incluye, pero no se limita a: copias de pasaportes de todos los solicitantes, contratos de trabajo detallados, al menos tres recibos de sueldo recientes (loonstroken), un werkgeversverklaring firmado, extractos bancarios que muestren depósitos de salario y ahorros, y a menudo una carta de motivación personal que explique por qué eres el inquilino 'perfecto'. Este tesoro de información sensible se envía a través del sitio web de un makelaar (makelaar) o de una plataforma centralizada de alquiler. El objetivo declarado es la eficiencia: permitir a los agentes y a los propietarios filtrar rápidamente cientos de solicitudes para encontrar candidatos que cumplan con requisitos de ingresos estrictos, que comúnmente se establecen en un ingreso bruto mensual de 3 a 4 veces el alquiler base. Este sistema convierte la búsqueda de un hogar en un ejercicio puramente transaccional y basado en datos, donde la persona solicitante se reduce a un conjunto de métricas financieras.
¿A qué costo la eficiencia?
Si bien las solicitudes digitales ofrecen una apariencia de eficiencia moderna, generan una serie de problemas graves para los inquilinos. En primer lugar, el mero volumen de datos compartidos plantea preocupaciones significativas sobre la privacidad y la seguridad. Los solicitantes entregan prácticamente todo lo que un estafador podría necesitar para el robo de identidad a múltiples agencias inmobiliarias, a menudo no reguladas, sin garantía de cómo se almacenan esos datos o cuándo serán eliminados. En segundo lugar, el proceso es intrínsecamente deshumanizante y puede facilitar fácilmente la discriminación. Un algoritmo o un agente sobrecargado puede descartar instantáneamente una solicitud que no encaje en un molde perfecto: freelancers con ingresos fluctuantes, recién llegados sin un historial crediticio largo, o cualquier persona con un nombre que suene no holandés puede ser filtrada con un solo clic, sin explicación ni recurso. La falta de interacción humana significa que no hay oportunidad de explicar la situación personal. El resultado suele ser una experiencia de 'ghosting', donde los solicitantes presentan toda su vida financiera para ser escrutada solo para encontrarse con un silencio total. La supuesta eficiencia del proceso de solicitud digital beneficia principalmente al agente y al propietario al simplificar su proceso de selección, mientras que desplaza todo el trabajo y el riesgo hacia el inquilino y crea un sistema que es opaco, discriminatorio y emocionalmente agotador.