Obligación clara del arrendador
Cuando se trata del sistema de alcantarillado (riolering), la división de responsabilidades en los Países Bajos es sorprendentemente clara. El arrendador es 100% responsable de la instalación, el mantenimiento y el correcto funcionamiento de todos los desagües y tuberías de alcantarillado. Esto incluye las tuberías dentro del apartamento (desde el fregadero de la cocina, el inodoro, la ducha), las columnas verticales dentro del edificio y la tubería principal de alcantarillado que va desde el edificio hasta el punto de conexión con el sistema de alcantarillado municipal. Si hay un problema causado por tuberías envejecidas, crecimiento de raíces de árboles, o un defecto estructural en el sistema, la responsabilidad y el costo de la reparación recaen enteramente en el arrendador. Un sistema de alcantarillado en funcionamiento se considera un requisito básico para una vivienda habitable, y un arrendador que lo descuida está en grave incumplimiento de sus obligaciones.
Obligación del inquilino: prevenir atascos
La responsabilidad del inquilino es igualmente clara: debes usar el sistema correctamente y no provocar atascos a través del mal uso. Esto entra dentro de la obligación general del inquilino de ser un 'buen inquilino' (goed huurderschap). Está prohibido tirar en el inodoro objetos que no pertenecen allí, como toallitas húmedas (incluso las que dicen ser 'flushable', que no se descomponen), pañales, productos sanitarios, cotonetes o grasa de cocina. Del mismo modo, no debes verter grasa, aceites usados o posos de café en el fregadero de la cocina. Si ocurre un atasco y el fontanero (loodgieter) o el servicio de desatascos (ontstoppingsdienst) determinan que la causa fue el mal uso por parte del inquilino, entonces el inquilino es responsable del costo del servicio de desatasco. Esto puede ascender fácilmente a unos pocos cientos de euros.
Tratando con un atasco (Verstopping)
Si experimentas un desagüe obstruido, el primer paso es intentar remedios simples y no dañinos por ti mismo, como usar un desatascador o un limpiador de desagües estándar y no cáustico. Si esto no funciona, debes informar el problema a tu arrendador de inmediato. Si el atasco es severo (por ejemplo, un inodoro desbordante) y el arrendador no responde, puede considerarse una emergencia. En tal caso, un inquilino podría tener que llamar a un servicio de emergencias por sí mismo y luego intentar recuperar los costos del arrendador, aunque esto puede ser difícil. Un indicio clave de un problema estructural (y por ende, un problema del arrendador) es si los atascos son recurrentes o si varios desagües de la casa (p. ej., el fregadero y la ducha) están retrocediendo al mismo tiempo. Esto suele señalar un problema más profundo en la línea principal, que está mucho más allá del control del inquilino.