El mandato ineludible
El requisito de tener un seguro de salud holandés no es una sugerencia ni un consejo amistoso; es una obligación legal estricta consagrada en la Ley de Seguros de Salud (Zorgverzekeringswet). Esta ley se aplica a prácticamente todos los que viven o trabajan en los Países Bajos, con solo un puñado de excepciones muy específicas, como trabajadores desplazados de otro país de la UE o diplomáticos. Al registrarte en tu municipio local (gemeente) y recibir tu BSN (Burgerservicenummer), comienza un contador de cuatro meses. Dentro de este periodo, debes contratar con un asegurador de salud holandés. Un detalle crítico y a menudo sorprendente es que la cobertura es retroactiva. Si te inscribes en el mes tres, aún se te cobrará las primas desde el día en que te registraste oficialmente. Este sistema está diseñado para evitar lagunas en la cobertura y garantizar que todos contribuyan desde el momento de su inclusión en el sistema holandés.
Intentar eludir esta obligación es un error inútil y costoso. El gobierno holandés cuenta con una sólida agencia de ejecución, el CAK (Centraal Administratie Kantoor), cuyo objetivo es localizar a los no asegurados. Si no obtienes un seguro dentro del periodo de gracia, el CAK enviará una carta de advertencia formal exigiendo que te inscribas. Ignorar esto conlleva una multa sustancial (alrededor de €475 en 2024, sujeta a cambios). Si continúas incumpliendo después de una segunda multa, el CAK tomará cartas en el asunto: te registrará por la fuerza con un asegurador de su elección y gestionará que las primas—que serán significativamente más altas que la tarifa del mercado—se embarguen directamente de tu salario o cuenta bancaria. El mensaje del Estado es inequívoco: participar en el sistema de seguro de salud colectivo no es opcional. Las sanciones son severas y la aplicación es sistemática, haciendo de incumplir una opción financieramente punitiva que no ofrece beneficios y provoca dolores de cabeza a largo plazo.
El sistema neerlandés: elección regulada y costos ocultos
El sistema de seguros de salud neerlandés opera bajo el principio de la competencia gestionada. El gobierno exige el contenido del 'paquete básico' (basisverzekering), garantizando que la atención médica esencial—como visitas a un médico de cabecera (GP), tratamientos hospitalarios y medicamentos recetados—esté cubierta e sea idéntica entre todos los proveedores de seguros. Sin embargo, aquí es donde termina la estandarización. Las aseguradoras son empresas privadas que compiten por los clientes basándose en el precio, el servicio al cliente y, lo más importante, en el tipo de póliza ofrecida. La distinción principal es entre una póliza natura, que es más barata pero te restringe a una red de proveedores de salud contratados por la aseguradora, y una póliza restitutie, que es más cara pero te permite consultar a cualquier proveedor que elijas, y la aseguradora reembolsa los costos. Esto crea una ilusión de elección que, en la práctica, es una compensación entre asequibilidad y libertad, un enfoque clásico basado en el mercado para un servicio social fundamental.
Más allá de la prima mensual, hay otros costos a considerar. El más significativo es el deducible anual obligatorio, o eigen risiko. Este es un monto fijo (p. ej., €385) que debes pagar de tu propio bolsillo para la mayoría de los tipos de atención (excluyendo las visitas al GP) antes de que el seguro comience a cubrir los costos. Puedes aumentar voluntariamente este deducible a cambio de una prima mensual más baja, una apuesta que depende de tu propia buena salud. Para cualquier cosa no cubierta por el paquete básico dictado por el gobierno, como la mayoría de la atención dental, fisioterapia o gafas, necesitas un seguro suplementario (aanvullende verzekering). Este es un mercado completamente no regulado donde las aseguradoras pueden fijar sus propios precios, condiciones y límites de cobertura, y a diferencia del paquete básico, se les permite negar a los solicitantes basándose en condiciones preexistentes. Aquí es donde pueden acumularse los costos verdaderos, y donde la comparación cuidadosa es esencial para evitar pagar por una cobertura que no necesitas o estar subasegurado para riesgos que son importantes para ti.