El obstáculo principal del sector libre
El requisito de ingresos, conocido como inkomenseis, es el criterio más importante y a menudo más desafiante que debe cumplir un posible inquilino para alquilar una propiedad en el sector libre holandés. Es una fórmula financiera simple y contundente utilizada por los arrendadores y agentes inmobiliarios para evaluar el riesgo y garantizar que un inquilino pueda permitirse el alquiler cómodamente. La regla general más común es que el ingreso bruto mensual del inquilino (antes de impuestos) debe estar entre 3 y 4 veces el alquiler mensual kale huur. Por ejemplo, para ser considerado para un apartamento que cuesta 1.500 € al mes, un solicitante normalmente tendría que demostrar un salario bruto mensual de al menos 4.500 € a 6.000 €. Para las parejas, el segundo ingreso suele contarse solo parcialmente (p. ej., se añade el 50% o el 100% del ingreso más bajo al más alto).
Este requisito se aplica de forma rígida. Los arrendadores en general no están interesados en los ahorros, la riqueza o las posibles ganancias futuras de un solicitante; se centran casi exclusivamente en un ingreso bruto mensual estable y verificable. Los documentos principales utilizados para la verificación son un contrato de trabajo reciente (un contrato permanente, onbepaalde tijd, es muy preferido), recibos de sueldo recientes (loonstroken), y a veces un extracto bancario que muestre el depósito del salario. Para las personas autónomas, el proceso es aún más difícil, a menudo exigiéndoles mostrar las declaraciones de impuestos de los últimos dos a tres años, demostrando un nivel de ingresos constante y alto.
Un sistema que favorece la estabilidad
La aplicación estricta de la inkomenseis tiene un impacto profundo en quién puede acceder al mercado de alquiler. Crea una barrera significativa para aquellos sin un trabajo estable y bien remunerado, incluidos estudiantes, freelancers, artistas, emprendedores en sus primeras etapas y personas que trabajan con contratos temporales. El sistema es inherentemente adverso al riesgo y está diseñado para favorecer a los inquilinos con perfiles de empleo más predecibles y seguros. No tiene en cuenta a quienes pueden tener ahorros sustanciales pero con un ingreso mensual más bajo, o a quienes reciben una gran parte de su compensación en bonos variables. Esto puede resultar particularmente frustrante para expatriados que pueden tener un alto patrimonio neto pero no pueden cumplir con el múltiplo específico de ingreso bruto mensual.
Aunque la norma pretende evitar que los inquilinos se endeuden financieramente, también es una herramienta poderosa para que los arrendadores filtren las solicitudes en un mercado con una demanda excedente. Cuando diez personas solicitan un apartamento, la forma más fácil de acotar el grupo es descartar todas las solicitudes que no cumplen con el requisito de ingresos, independientemente de sus demás méritos. Esto convierte a la inkomenseis en la indiscutible puerta de entrada al mercado de alquiler del sector libre holandés.