La seguridad como característica, no como lujo
El deber general de cuidado del arrendador
Aunque la ley holandesa no contiene un artículo hiper específico que diga 'todas las ventanas deben tener cerraduras de marca X', la obligación del arrendador de proporcionar seguridad adecuada se enmarca dentro de su deber general de remediar defectos (gebreken) y de proporcionar una propiedad apta para su uso previsto. Una propiedad que es fácilmente accesible para los ladrones debido a cerraduras rotas o inexistentes puede considerarse defectuosa. El inquilino tiene derecho a un hogar seguro, y ello incluye una protección razonable contra entradas no autorizadas. Lo que constituye 'razonable' es, por supuesto, objeto de interpretación. En un piso bajo en una zona de alto índice de criminalidad, el estándar sería más alto que para un apartamento en el cuarto piso. Si bien muchos arrendadores hacen lo mínimo, los inquilinos pueden y deben insistir en tener cerraduras funcionales en todas las ventanas y puertas accesibles como condición básica del alquiler.
El estándar de Politiekeurmerk Veilig Wonen (PKVW)
Un referente muy útil, aunque no legalmente obligatorio, para la seguridad residencial en los Países Bajos es el Politiekeurmerk Veilig Wonen (PKVW), o la Marca policial para una vida segura. Este es un programa de certificación que establece requisitos específicos para cerraduras, bisagras, iluminación y otras características de seguridad. Una propiedad certificada PKVW ha sido inspeccionada y cumple un alto estándar de prevención de robos. Aunque un arrendador no está legalmente obligado a cumplir este estándar, sirve como una excelente guía para los inquilinos. Si un inquilino descubre que sus cerraduras son endebles y no cumplen con las recomendaciones básicas de PKVW (p. ej., les falta protección contra extracción del núcleo), pueden usar esto como palanca para argumentar que el arrendador está fallando en su deber de proporcionar un hogar seguro. Solicitar al arrendador que aumente la seguridad a los estándares PKVW es una demanda razonable, especialmente si ha habido robos en el vecindario.
Responsabilidad y disputas
La provisión inicial de cerraduras seguras es responsabilidad del arrendador. Si una cerradura se rompe por desgaste normal, su reparación o reemplazo también es responsabilidad del arrendador como parte del mantenimiento mayor. Sin embargo, si el inquilino pierde las llaves, el costo de reemplazar las cerraduras normalmente recae sobre el inquilino. También es responsabilidad del inquilino usar las cerraduras proporcionadas. Si ocurre un robo y el inquilino dejó una ventana abierta, el arrendador no puede ser considerado responsable. Si surge una disputa porque un inquilino siente que la propiedad es insegura y el arrendador se niega a realizar mejoras, el inquilino podría llevar el caso a la Huurcommissie. Podrían argumentar que la falta de seguridad es un 'defecto' que justifica una reducción temporal del alquiler hasta que se solucione el problema. Esto pone presión sobre el arrendador para actuar, transformando la seguridad de un extra opcional en un entregable requerido.



















