La Prohibición de 'Eigenrichting'
El sistema legal neerlandés se basa en el principio de que las personas no pueden hacer justicia por sí mismas. Este concepto, conocido como eigenrichting (literalmente 'dirigiendo su propia justicia'), está estrictamente prohibido. En el contexto del derecho de alquiler, esto se traduce en una prohibición absoluta de 'desalojos por mano propia'. Un arrendador, por frustración con un inquilino o cuán válidas crean sus motivos, no puede eludir el sistema legal para forzar la salida de un inquilino. Cualquier intento de hacerlo es ilegal y conlleva consecuencias graves.
Esta prohibición es una de las protecciones más fundamentales que tiene un inquilino. Garantiza que el evento potencialmente que puede cambiar la vida de un inquilino, como un desalojo, esté siempre sujeto a la supervisión judicial, evitando que los arrendadores actúen como juez, jurado y verdugo.
Qué constituye un desahucio por mano propia?
Un desahucio por mano propia incluye cualquier acción tomada por un arrendador para hacer que una propiedad sea inaccesible o inhabitable con el fin de desalojar a un inquilino. Ejemplos comunes de estos actos ilegales incluyen:
- Bloqueos: Cambiar las cerraduras de las puertas para impedir que el inquilino entre. Esta es la forma más común y flagrante de
eigenrichting.
- Retirar pertenencias: Retirar físicamente las pertenencias personales del inquilino de la vivienda.
- Cortar los servicios públicos: Interrumpir servicios esenciales como gas, agua o electricidad que forman parte del contrato de alquiler.
- Acoso y amenazas: Usar acoso o amenazas para asustar a un inquilino y que se marche.
Todas estas acciones son ilegales. La única forma legal de desalojar a un inquilino es obtener una orden de desahucio (ontruimingsvonnis) de un juez y hacer que sea ejecutada por un alguacil (deurwaarder).
Recurso del inquilino contra un desahucio por mano propia
Ser bloqueado ilegalmente fuera de su casa es una situación de emergencia. Un inquilino en esta posición debe actuar de inmediato:
- Llamar a la policía: Un bloqueo puede considerarse un delito. La policía puede documentar el incidente y puede ordenar al casero que restablezca el acceso.
- Solicitar una medida cautelar de emergencia (
Kort Geding): El abogado del inquilino puede presentar de inmediato una solicitud de procedimiento judicial de emergencia. Un juez escuchará el caso con muy poca antelación. El resultado es casi seguro: el juez ordenará al arrendador conceder el acceso al inquilino de inmediato.
- Exigir una multa (
Dwangsom): El tribunal suele adjuntar una gran multa diaria (dwangsom) a la orden—a menudo miles de euros por día—pagadera por el casero por cada día que no cumpla. Esto crea un fuerte incentivo financiero para que el arrendador restablezca el acceso sin demora.
La ley es especialmente clara en este punto, y a los jueces no les agradan los arrendadores que recurren a eigenrichting.