La entrada a los Países Bajos
El Machtiging tot Voorlopig Verblijf (MVV), que se traduce como 'Autorización para la Estancia Provisional', es una visa de entrada para estancias de larga duración en los Países Bajos. No es un permiso de residencia por sí mismo, sino la 'llave' que le permite entrar al país con el propósito específico de recoger su permiso de residencia. Es una pegatina que se coloca físicamente en una página de su pasaporte por una embajada o consulado holandés en su país de origen. El MVV es obligatorio para los ciudadanos de la mayoría de los países fuera de la Unión Europea que planean permanecer más de 90 días. Los ciudadanos de ciertos países, incluidos Estados Unidos, Canadá, Australia y Japón, están exentos del requisito MVV, pero aún deben solicitar el permiso de residencia.
El proceso se realiza en dos etapas. Primero, el patrocinador en los Países Bajos (p. ej., un empleador o una universidad) presenta la solicitud ante el Servicio de Inmigración y Naturalización (IND) en su nombre. Una vez que la IND aprueba la solicitud, notifican a la embajada en su país de origen. Luego, debe concertar una cita para colocar la pegatina MVV en su pasaporte. Esta pegatina suele ser válida por 90 días, durante los cuales debe viajar a los Países Bajos. Una vez que llegue, habrá cumplido el propósito del MVV y podrá recoger su tarjeta real de verblijfsvergunning (permiso de residencia).
Un obstáculo logístico para los buscadores de vivienda
Para un posible inquilino, el proceso MVV genera un desafío logístico significativo. El cronograma suele ser incierto. Puede que espere semanas o meses para la aprobación de la IND, y luego varias semanas para una cita en la embajada. Durante todo este periodo, se encuentra en un estado de limbo, incapaz de fijar la fecha de mudanza y, por lo tanto, incapaz de firmar un contrato de alquiler para un apartamento. Muchos expatriados comienzan su búsqueda de vivienda en línea mientras esperan el MVV, pero no pueden comprometerse a nada. La mayoría de los propietarios no firmarán un contrato con alguien que aún no esté físicamente en el país y no tenga el derecho legal de entrada.
Esto obliga a muchos recién llegados a una búsqueda frenética de vivienda en sus primeras semanas en el país, a menudo mientras se alojan en un alojamiento temporal caro. Una visión escéptica es que la naturaleza secuencial y de múltiples etapas del proceso de inmigración está mal diseñada para las realidades prácticas de una mudanza internacional. No tiene en cuenta el hecho de que asegurar una vivienda es una necesidad paralela que no puede esperar hasta que se completen todos los pasos burocráticos. El MVV, aunque es una parte necesaria de un sistema de inmigración regulado, actúa como cuello de botella que comprime la ya estresante tarea de encontrar un hogar en un periodo muy corto y de alta presión a la llegada.