La gran división: ¿Quién repara qué?
La división de las responsabilidades de mantenimiento entre un arrendador y un inquilino es una fuente clásica de conflicto, gobernada fundamentalmente por el principio de onderhoudsplicht (deber de mantenimiento). La ley proporciona un marco claro, aunque a veces discutido: el arrendador es responsable del mantenimiento mayor y de remediar defectos significativos, mientras que el inquilino se encarga del mantenimiento diario menor. Esta división está detalladamente descrita en la ley, en particular en el 'Decreto de Reparaciones Menores' (Besluit kleine herstellingen), que proporciona una larga lista de a qué pertenece cada uno. Discutir si un problema específico es 'mayor' o 'menor' es una tradición de toda la vida en las relaciones de alquiler en los Países Bajos.
El ámbito del arrendador: Reparaciones importantes y defectos
En general, el arrendador es responsable de la integridad estructural y de los sistemas principales de la propiedad. Piense en ello como los 'huesos' de la casa. Esto incluye, pero no se limita a:
- Trabajo exterior: Pintar el exterior del edificio, mantener el techo y las canaletas, y asegurar la solidez estructural.
- Sistemas mayores: Reparar o reemplazar el sistema de calefacción central (
CV-ketel), fontanería y sistemas eléctricos.
- Defectos graves: Abordar problemas que afecten severamente el disfrute de la propiedad por parte del inquilino. Esto explícitamente incluye combatir infestaciones de plagas (como ratones o ratas), resolver filtraciones graves y remediar fuentes estructurales de humedad y moho. Si el moho aparece debido a un aislamiento deficiente, humedad ascendente o una fuga, su eliminación y la reparación de la causa subyacente son deber del arrendador.
La carga del inquilino: Reparaciones menores y mantenimiento
Las responsabilidades del inquilino cubren las tareas pequeñas y económicas que resultan de la vida diaria. El 'Decreto de Reparaciones Menores' especifica tareas como:
- Reemplazar bombillas y fusibles.
- Apretar pomos y bisagras sueltos.
- Limpiar y despejar periódicamente desagües y canaletas fácilmente accesibles.
- Pequeñas tareas de pintura interior y empapelado.
- Mantenimiento del jardín, si se incluye.
El principio rector es que si una reparación es barata y fácil de hacer sin conocimientos especializados, probablemente sea tarea del inquilino.
Cuando el arrendador no actúa
Si un arrendador se niega a arreglar un defecto grave, el inquilino no está desamparado. El primer paso es siempre notificar formalmente al arrendador por escrito, dándole un plazo razonable. Si aún no actúa, el inquilino puede escalar la situación. Para los inquilinos en el sector regulado, la herramienta más poderosa es iniciar un caso ante la Huurcommissie (Tribunal de Vivienda). La Huurcommissie puede inspeccionar la propiedad y, si están de acuerdo en que el defecto es grave, pueden dictaminar la reducción del alquiler de forma legal, a veces hasta un 60%, hasta que el arrendador haya solucionado el problema. Esto crea un poderoso incentivo financiero para que el arrendador cumpla con su onderhoudsplicht.