Obligaciones Generales y la Norma PKVW
En los Países Bajos, el requisito legal para un arrendador respecto a la seguridad es frustrantemente vago, a menudo reduciéndose a proporcionar una propiedad que sea simplemente 'habitable' y 'segura'. Esta falta de una definición legal precisa crea una importante área gris donde lo mínimo que exige el arrendador puede parecer peligrosamente insuficiente para un inquilino. Para aclarar cierta ambigüedad, la policía holandesa introdujo el Politiekeurmerk Veilig Wonen (Sello policial para una vida segura), o PKVW. Este es un sistema de certificación que proporciona directrices claras para la prevención de robos en edificios. Es importante entender que la certificación PKVW no es un requisito legal para la mayoría de las propiedades en alquiler. En su lugar, sirve como una norma robusta y voluntaria. Los propietarios que invierten en esta certificación a menudo la utilizan como un punto de venta, ya que sugiere un nivel superior de compromiso con la seguridad de los inquilinos. La norma PKVW cubre aspectos como la calidad de cerraduras en puertas y ventanas, la presencia de iluminación exterior cerca de las entradas y la visibilidad clara de los puntos de acceso desde la calle. Sin embargo, el inquilino escéptico debería cuestionar el verdadero valor de este sello. ¿Es una garantía genuina de seguridad, o es una pegatina de marketing aplicada a una propiedad que todavía tiene fallos de seguridad subyacentes? Muchos arrendadores optarán por la forma más barata de cumplir la lista de verificación PKVW, cumpliendo la letra de la norma pero no su espíritu, dejando a los inquilinos con una falsa sensación de seguridad. La ausencia de un certificado PKVW no significa automáticamente que una propiedad sea insegura, pero sí significa que el inquilino debe estar mucho más vigilante durante su propia inspección.
Responsabilidad del arrendador frente al inquilino
La división de responsabilidades para la seguridad es una fuente frecuente de conflictos entre arrendadores e inquilinos. En términos generales, el arrendador es responsable de la integridad estructural y la seguridad de la envoltura del edificio, lo que a menudo se llama el casco. Esto incluye la calidad y el estado de las puertas exteriores, marcos de ventanas, cerraduras en las entradas comunes y la solidez estructural general de la propiedad. Si la puerta principal del edificio de apartamentos no se cierra correctamente o si un marco de ventana en planta baja está podrido, es inequívocamente responsabilidad del arrendador repararlo. El inquilino, por otro lado, suele ser responsable del uso diario y del mantenimiento menor de las cerraduras de su propio apartamento y de reportar defectos de manera oportuna. Esto está codificado en el Besluit kleine herstellingen (Decreto de Reparaciones Menores). La ambigüedad surge cuando un inquilino desea mejorar su seguridad. Por ejemplo, si un inquilino quiere reemplazar una cerradura de cilindro estándar y de baja calidad por una cerradura de alta seguridad, anti-snap, ¿quién paga? En la mayoría de los casos, el inquilino paga la factura y, a menudo, requiere el permiso del arrendador para hacer dicha alteración. Además, al mudarse, el arrendador puede exigir que el inquilino restablezca la cerradura original, menos segura. Esto crea un desincentivo para que los inquilinos inviertan en su propia seguridad. En el desafortunado evento de un robo, la responsabilidad se convierte en un campo de batalla. Un arrendador podría argumentar que, dado que no hubo entrada forzada, el inquilino debió haber sido negligente, mientras que el inquilino podría argumentar que las cerraduras proporcionadas eran tan deficientes que no ofrecían resistencia real. Sin una documentación clara de quejas previas sobre la seguridad, el inquilino a menudo se encuentra en desventaja.
Controles prácticos para inquilinos
Al revisar una posible propiedad de alquiler, los posibles inquilinos deben adoptar la mentalidad de un auditor de seguridad. No tome las garantías del agente o del arrendador al pie de la letra; debe inspeccionar usted mismo las características de seguridad de la propiedad. Comience por la entrada común. ¿La puerta se cierra y cierra con llave automáticamente y de forma segura tras usted? ¿Los timbres y el sistema de intercomunicación funcionan? Las áreas comunes mal mantenidas son una señal de alerta importante. A continuación, examine la puerta principal del propio apartamento. Mire la cerradura. ¿El cilindro sobresale más de 3 milímetros de la placa metálica? Si es así, es muy vulnerable al 'tirón del cilindro' (kerntrekken), un método de robo común y rápido en los Países Bajos. Busque el logo SKG (Stichting Kwaliteit Gevelbouw) —un triángulo con estrellas en su interior— tanto en el cilindro de la cerradura como en el hardware metálico circundante. La ausencia de este logo sugiere que la cerradura es de una calidad inferior y no certificada. Preste especial atención a las ventanas, especialmente en la planta baja y en la primera planta. ¿Están equipadas con manijas seguras y que se puedan bloquear? ¿Son robustas las bisagras? También evalúe la 'seguridad comunitaria' de la propiedad. ¿Están bien iluminadas las entradas y pasillos? ¿Existen arbustos densos o vallas que podrían proporcionar cobertura a un ladrón? Es crucial documentar el estado de todas las características de seguridad con fotos y notas antes de firmar el contrato de arrendamiento. Si identifica alguna deficiencia, informe por escrito de inmediato al mudarse. Esto crea una trazabilidad documental que es invaluable si alguna vez necesita escalar la cuestión o presentar una queja ante la Huurcommissie (Rent Tribunal).



















