La obligación ambigua de 'Dakgoot Schoonmaken'
La limpieza de canaletas (dakgoot schoonmaken) es una tarea aparentemente menor que frecuentemente genera conflictos entre inquilinos y propietarios en los Países Bajos. Sin embargo, su importancia no es menor en absoluto. Las canaletas están diseñadas para recoger el agua de lluvia del techo y canalizarla lejos de los cimientos y la fachada del edificio. Cuando se obstruyen con hojas, musgo y otros desechos, el agua puede desbordarse, provocando problemas graves como filtraciones, pudrición de la madera en los marcos de las ventanas (houtrot), e incluso daños estructurales por agua. Aunque todos están de acuerdo en que las canaletas deben mantenerse despejadas, la cuestión de quién es responsable de hacerlo es una zona gris conocida en la ley de alquiler neerlandesa.
Propietario vs. Inquilino: La regla de la 'Accesibilidad'
La división de la responsabilidad está gobernada por el Besluit kleine herstellingen (Decreto de Reparaciones Menores). Este decreto establece que el inquilino es responsable del 'mantenimiento menor y diario' que es fácil de realizar y económico. Para canaletas, esto se ha interpretado como que el inquilino es responsable de limpiar canaletas y desagües si son fácilmente accesibles. Aquí es donde radica la ambigüedad. ¿Qué se entiende por 'fácilmente accesible'?
Para un inquilino que alquila una casa en planta baja con una canaleta que se puede alcanzar con una simple escalera doméstica, la responsabilidad probablemente sea suya. Sin embargo, para un inquilino que vive en la tercera planta de un edificio de apartamentos, las canaletas son inequívocamente inaccesibles y, por tanto, la responsabilidad corresponde al propietario (o a la VvE).
La disputa a menudo surge para inquilinos de la primera o segunda planta, o en casas donde se requiere una escalera especial y larga. Los propietarios a menudo intentarán empujar esta responsabilidad al inquilino, incluso cuando no sea seguro o razonable hacerlo.
Consejos prácticos para los inquilinos
Dada la ambigüedad legal, los inquilinos deben ser proactivos para protegerse. Idealmente, el contrato de alquiler debería indicar explícitamente quién es responsable de la limpieza de canaletas. Si no lo hace, un inquilino nunca debería emprender una tarea de limpieza que se sienta insegura. Si nota una canaleta bloqueada a la que no puede acceder con seguridad, su deber es informarlo de inmediato y por escrito al propietario (un correo electrónico es suficiente). Incluya fotos si es posible. Al notificar formalmente al propietario del problema, cumple con su obligación como buen inquilino. Si el propietario no actúa y se producen daños por agua, estará protegido frente a la responsabilidad porque tiene un registro de su queja. Ignorar una canaleta bloqueada, incluso si es inaccesible, podría conducir a una disputa difícil en la que el propietario podría intentar responsabilizarlo parcialmente por los daños resultantes.



















