El auge de la 'verhuurvergunning'
Para muchos años, cualquiera en los Países Bajos podría, en principio, convertirse en arrendador sin ninguna licencia o registro específico. Este bajo umbral de entrada contribuyó a problemas con los arrendadores sin escrúpulos (huisjesmelkers) que explotaban a los inquilinos, particularmente en vecindarios vulnerables. Para combatir esto, la Wet goed verhuurderschap (Ley de Buena Conducta de los Arrendadores) — efectiva desde mediados de 2023 — introdujo una poderosa herramienta para los municipios: el permiso de alquiler obligatorio, o verhuurvergunning. Esta ley no crea un registro de arrendadores a nivel nacional, sino que otorga a cada municipio la autoridad para designar áreas específicas donde los arrendadores deben obtener un permiso antes de poder alquilar legalmente una propiedad. Esto crea efectivamente un sistema de licenciamiento de arrendadores y un registro de propiedades en zonas designadas.
Los municipios suelen designar áreas que son más susceptibles a prácticas de alquiler deficientes, como vecindarios con una gran población de estudiantes, trabajadores migrantes o residentes de bajos ingresos. El objetivo es garantizar que los arrendadores que operan en estas áreas estén al tanto de y cumplan las siete reglas de la 'buena conducta del arrendador', que incluyen evitar la discriminación, no cobrar más por los costos de servicio, proporcionar un contrato de alquiler por escrito adecuado y cumplir con todos los requisitos legales. Un arrendador que alquila una propiedad en una zona designada para permisos sin un verhuurvergunning enfrenta multas elevadas, y en casos graves, el municipio puede hacerse cargo de la gestión de la propiedad.
¿Cómo les afecta a los inquilinos?
Para los inquilinos que buscan alquilar en una ciudad que ha implementado este sistema, el requisito de permiso ofrece una capa adicional de protección. Indica que el municipio supervisa activamente a los arrendadores en esa área. Antes de firmar un contrato de alquiler, un inquilino potencial puede —y debe— preguntar si la propiedad se encuentra en una zona de permiso y si el arrendador posee el verhuurvergunning. Alquilar a un arrendador con licencia ofrece cierta seguridad de que el arrendador es consciente de sus obligaciones legales. Si un arrendador con licencia viola las reglas de buena conducta del arrendador, los inquilinos pueden denunciarlos ante la línea directa especial del municipio (meldpunt). Un historial de quejas fundadas puede llevar a la revocación del permiso del arrendador, quitándole la capacidad de operar en esa área. Este sistema ofrece a los inquilinos una vía de recurso directa y dota al municipio de una herramienta poderosa para eliminar a actores problemáticos del mercado.