Una característica de los alquileres amueblados y de expatriados
Aunque 'conexión para lavadora/secadora' es la norma, 'lavandería en la unidad' significa una mejora significativa: los electrodomésticos físicos—una lavadora (wasmachine) y a veces una secadora (droger)—están presentes en el apartamento e incluidos en el alquiler. Esta es una característica relativamente poco común en el mercado de alquileres holandés convencional, especialmente para las propiedades sin amueblar (gestoffeerd) donde la norma es que los inquilinos traigan sus propios electrodomésticos principales. La lavandería en la unidad se encuentra con mayor frecuencia en dos segmentos específicos: apartamentos completamente amueblados (gemeubileerd) que se comercializan para alquileres corporativos a corto plazo, estudiantes internacionales y expatriados, y complejos de nueva construcción de alta gama que ofrecen un servicio premium. Para los propietarios que se dirigen al mercado de expatriados, incluir electrodomésticos de lavandería es una característica de conveniencia clave que justifica un alquiler más alto y hace que la propiedad esté lista para usar de inmediato. Para el inquilino holandés promedio que busca un hogar sin amueblar a largo plazo, encontrar una propiedad que incluya una lavadora y una secadora es la excepción, no la regla.
Derechos del inquilino frente a responsabilidades
Tener los electrodomésticos de lavandería proporcionados por el casero crea una dinámica de responsabilidad diferente. La principal ventaja para el inquilino es el ahorro de costos y molestias de comprar, mover e instalar máquinas pesadas. El casero es el dueño de los electrodomésticos y, por tanto, es responsable de su mantenimiento y reparación en caso de avería por desgaste normal. Si la lavadora deja de funcionar, el inquilino lo reporta al casero como un defecto (gebrek), y el casero debe organizar que un técnico lo arregle. Sin embargo, aquí es donde aparece la visión escéptica. ¿Qué tan rápido actuará el casero? Un inquilino podría quedarse sin lavandería durante semanas mientras espera la reparación. Además, el inquilino es responsable de los daños causados por uso indebido (oneigenlijk gebruik), como sobrecargar la máquina o no limpiar el filtro de pelusa de la secadora. La calidad de las máquinas proporcionadas también puede ser un problema; los caseros a menudo instalan modelos básicos y de presupuesto en lugar de modelos de alta gama y eficientes.
Verificación de los términos en el contrato de arrendamiento
Si un alquiler se anuncia con lavandería en la unidad, es absolutamente esencial verificar los detalles en el contrato de arrendamiento (huurovereenkomst). El contrato debe enumerar explícitamente la lavadora y la secadora como parte de la propiedad alquilada. A veces, los electrodomésticos son 'dejados' por un inquilino anterior y se ofrecen al nuevo inquilino para su uso 'tal como están' (om niet), sin ninguna garantía ni obligación de mantenimiento por parte del casero. Esta es una situación muy diferente. En este caso, si la máquina se rompe, es problema del nuevo inquilino arreglarla o reemplazarla. Un acuerdo de alquiler adecuado indicará que el casero es el dueño y responsable de las reparaciones mayores. Antes de firmar, los inquilinos también deben probar los electrodomésticos para asegurarse de que funcionan correctamente. Tomar una foto de las máquinas y de cualquier daño cosmético existente también es una medida prudente para evitar disputas sobre el depósito de seguridad más tarde.