Una práctica bancaria en el mercado de la vivienda
KYC, o 'Conozca a su cliente', es un proceso regulatorio obligatorio utilizado por bancos, instituciones financieras y otras entidades reguladas para verificar la identidad de sus clientes. El objetivo de KYC es prevenir el robo de identidad, fraude financiero y lavado de dinero. El proceso implica recopilar y verificar los documentos de identidad de un cliente, evaluar su perfil de riesgo y entender la naturaleza de su negocio o transacciones. En los últimos años, debido al endurecimiento de las regulaciones en toda Europa, ciertas profesiones, incluidos los agentes inmobiliarios (makelaars), han sido incorporadas al paraguas de este tipo de normas de cumplimiento, especialmente para ventas de propiedades.
Desbordamiento de la misión en los alquileres
Cada vez más, los inquilinos de los segmentos superiores del mercado de alquileres pueden verse sujetos a una verificación formal de KYC. Las agencias inmobiliarias, especialmente las más grandes, que operan a nivel internacional, pueden aplicar una política de KYC general a todos sus clientes, incluidos los inquilinos, para garantizar que cumplen con sus propias obligaciones regulatorias. Para un inquilino, esto significa que el proceso de verificación de identidad se vuelve más formal y potencialmente más intrusivo que una simple verificación de identidad. Es posible que se le pida utilizar un servicio de verificación digital o proporcionar información más detallada sobre su empleo. Un inquilino escéptico debería verlo por lo que es: desbordamiento de la misión. El agente está esencialmente trasladando la carga de su propio cumplimiento regulatorio al solicitante de alquiler. Si bien el objetivo de prevenir fraudes es legítimo, la aplicación de un escrutinio de nivel bancario a un inquilino ordinario que busca un lugar para vivir representa una escalada significativa y a menudo innecesaria de la recopilación de datos y la verificación personal.