El fantasma en la máquina: Okupación en los Países Bajos
Kraken, el término holandés para la okupación, es más que simplemente ocupar un edificio vacío; es un fenómeno profundamente entrelazado en la historia social y política del país de posguerra. Durante décadas existió en una zona gris legal, a menudo vista como una protesta legítima contra la especulación inmobiliaria y la escasez de vivienda. Esta era llegó a su fin abruptamente el 1 de octubre de 2010, cuando la Ley de Ocupación y Vacancia (Wet Kraken en Leegstand) entró en vigor, haciendo de la okupación un delito. A pesar de este veto, el legado del movimiento de okupación persiste, y el proceso para desalojar a los ocupantes no es tan simple como llamar a la policía y cambiar las cerraduras.
La Prohibición de 2010: De agravio civil a acto penal
La ley de 2010 cambió fundamentalmente el estatus legal de la ocupación. Ya no es una disputa civil entre el ocupante y el propietario, sino un delito punible con hasta un año de prisión (o más si hay violencia o intimidación). La ley tenía como objetivo dar a los propietarios una herramienta mucho más fuerte y rápida para reclamar su propiedad. Sin embargo, la realidad de la aplicación es más matizada. Un propietario no puede usar la fuerza o intimidación para desalojar a los ocupantes por sí mismo. Esto se considera vigilantismo (eigenrichting) y es ilegal. El propietario debe presentar un informe policial y dejar que el proceso legal oficial siga su curso.
El Proceso de Desalojo: No es una Solución Instantánea
Después de que se reporta un incidente de ocupación, el Fiscal debe decidir si procede con un desalojo. Esto a menudo implica un procedimiento civil en un tribunal donde un juez pondera los intereses del propietario frente a la situación de los ocupantes. Por lo general, el propietario debe demostrar que la propiedad estaba en uso activo o que planes concretos para su uso (como renovación o venta) eran inminentes. Si el edificio ha estado demostrado desocupado y descuidado durante mucho tiempo, el proceso de desalojo puede retrasarse. Aunque la ley está firmemente del lado del propietario, el procedimiento puede tardar semanas o meses, una realidad frustrante para los propietarios.
Antikraak: La Respuesta del Mercado
La represión legal contra la okupación dio lugar a una industria comercial controvertida: antikraak (anti-ocupación). Las agencias antikraak colocan a residentes temporales, o 'custodios de la propiedad', en edificios vacíos en nombre de los propietarios para evitar que sean ocupados. Estos residentes pagan una cuota mensual muy baja (no es alquiler) pero a cambio reciben un acuerdo de 'licencia para ocupar', no un contrato de alquiler. Esto les concede derechos mínimos. No tienen seguridad de tenencia, ninguna protección de alquiler, y por lo general pueden ser desahuciados con un preaviso de 14 o 28 días. Los críticos argumentan que antikraak explota la amenaza de la okupación para crear una nueva clase de inquilinos precarios desprovistos de los derechos que normalmente concede la ley holandesa.