Una característica deseable pero no estándar
Los interruptores reguladores de intensidad (dimmers) son una característica muy deseable en una propiedad en alquiler, ya que ofrecen una mejora significativa en comodidad y ambiente en comparación con los interruptores de encendido/apagado estándar. Proporcionan la flexibilidad para ajustar la intensidad de la luz según la actividad—brillante para trabajar o limpiar, y baja y cálida para relajarse o comer. Aunque son cada vez más comunes en apartamentos modernos y renovados, no son en absoluto una prestación estándar. Muchas propiedades de alquiler solo tendrán interruptores de palanca básicos. La presencia de reguladores de intensidad en las luces clave, especialmente en la sala de estar y el dormitorio, es un punto a favor definitivo y una señal de un acabado de mayor calidad. Sin embargo, como no se considera una característica esencial, un arrendador no tiene la obligación de instalarlos a petición de un inquilino.
Compatibilidad y Tipos
No todos los reguladores de intensidad funcionan con todo tipo de bombillas, y esto es una fuente común de frustración. Los reguladores de intensidad más antiguos fueron diseñados para bombillas incandescentes y a menudo no funcionan bien con bombillas LED modernas y de alta eficiencia energética. Usar una bombilla no compatible puede provocar parpadeos, zumbidos o que la bombilla no funcione en absoluto. Es crucial usar específicamente bombillas LED 'regulables' (dimbaar) con un regulador de intensidad compatible. También existen diferentes tipos de reguladores de intensidad, desde la clásica perilla giratoria hasta controles modernos de botón pulsante o deslizante. Durante una visita, siempre es buena idea probar los interruptores reguladores de intensidad para asegurarse de que funcionen de forma fluida y silenciosa a lo largo de todo el rango de brillo.
Instalaciones y responsabilidad del inquilino
Si un apartamento no tiene reguladores de intensidad, un inquilino podría considerar instalarlos él mismo. Esta es una modificación relativamente simple y económica. Sin embargo, como implica modificar el sistema eléctrico, es aconsejable obtener primero el permiso del arrendador. Legalmente, a un inquilino se le permite realizar cambios menores en la propiedad que pueden revertirse fácilmente al mudarse. Esto significa que si instalas tus propios interruptores reguladores de intensidad, debes conservar los interruptores originales y estar preparado para reinstalarlos al final de tu contrato de alquiler si el arrendador lo solicita. Cualquier daño causado por una instalación incorrecta sería responsabilidad del inquilino, así que si no te sientes seguro con trabajos eléctricos, lo mejor es contratar a un profesional. El arrendador es responsable de mantener cualquier regulador de intensidad que formara parte de la propiedad cuando te mudaste, pero el inquilino es responsable de usar las bombillas compatibles.