Una actualización gratuita y estándar: no se necesita asignación
El concepto de una 'asignación' para la instalación de un medidor inteligente (slimme meter) no es relevante en los Países Bajos por una razón simple: el medidor en sí y su instalación estándar se ofrecen completamente gratis a cada hogar. El despliegue a nivel nacional de medidores inteligentes es un proyecto estratégico gestionado por los operadores regionales de la red, como Liander, Stedin y Enexis, en nombre del gobierno. El objetivo es modernizar la red de energía y proporcionar a los hogares una mejor visión de su consumo de energía. Debido a que es una actualización de infraestructura nacional, los costos se socializan dentro de las tarifas generales de la red; no hay cargo directo, separado, para el residente por la instalación inicial del medidor. Por lo tanto, no es necesario ningún subsidio o asignación.
¿Qué es un 'Slimme Meter'?
Un medidor inteligente es un reemplazo digital de los antiguos medidores analógicos de electricidad y gas. Su función principal es que puede leerse de forma remota por su operador de red. Esto elimina la necesidad de que un lector de medidores visite su casa y pone fin a facturas estimadas basadas en el uso anterior. Su factura de energía mensual se basará en su consumo real. El medidor inteligente también proporciona un puerto digital (P1-poort) que permite a los inquilinos conectar sus propias pantallas en casa o aplicaciones de gestión de energía. Esto le permite ver su consumo de energía en casi tiempo real, lo que puede ser una herramienta poderosa para identificar aparatos que consumen energía de forma innecesaria y cambiar hábitos para ahorrar dinero y reducir su huella de carbono.
El derecho a negarse
Cuando su edificio está programado para la actualización del medidor inteligente, su operador de red se pondrá en contacto con usted para concertar una cita. Aunque la instalación es gratuita, los inquilinos tienen el derecho a negarse. Algunas personas tienen preocupaciones sobre su privacidad cuando los datos detallados de su consumo de energía se transmiten de forma remota. Si se niega el medidor inteligente, conservará su medidor antiguo. Sin embargo, es importante estar al tanto de las consecuencias. Los proveedores de energía están cada vez más recurriendo a contratos que requieren un medidor inteligente, y aún se le exigirá que envíe las lecturas del medidor manualmente una vez al año. Además, si se niega durante la fase de despliegue gratuito y decide querer uno más tarde, el operador de red le cobrará una tarifa de instalación significativa (p. ej., alrededor de 70 €). Para la mayoría de los inquilinos, aceptar la instalación gratuita y estándar es la opción más práctica y beneficiosa.



















