Un onderhoudsbedrijf, o empresa de mantenimiento, es una entidad con la que muchos inquilinos interactúan con más frecuencia que con su arrendador real. Los arrendadores, especialmente aquellos con carteras grandes o que viven lejos de sus propiedades, a menudo subcontratan los aspectos prácticos del mantenimiento y las reparaciones. Esto puede ir desde un único manitas polivalente hasta una gran empresa especializada que gestiona todo, desde fontanería y electricidad hasta pintura y reparaciones estructurales. Cuando un inquilino reporta un problema, como una fuga o un electrodoméstico averiado, el administrador de la propiedad o el arrendador normalmente registrará el problema y luego enviará una orden de trabajo a su onderhoudsbedrijf contratado. Esta empresa luego programa una cita directamente con el inquilino para evaluar y resolver el problema. Este arreglo puede ser eficiente, proporcionando acceso a profesionales calificados, pero también introduce una capa de comunicación que a veces puede provocar retrasos y frustraciones.
La relación entre el arrendador, la empresa de mantenimiento y el inquilino puede ser compleja. La empresa de mantenimiento trabaja para el arrendador, que es su cliente y paga sus facturas. Esto significa que su lealtad principal está en los intereses del arrendador, que a menudo priorizan soluciones rentables sobre las más exhaustivas o convenientes para el inquilino. Un inquilino podría reportar una corriente de aire persistente proveniente de un antiguo marco de ventana, esperando un reemplazo. El onderhoudsbedrijf, instruido por el arrendador para mantener los costos bajos, podría optar por una solución temporal con un sellante. Este es un punto común de fricción. El derecho del inquilino es tener una propiedad debidamente mantenida; el deseo del arrendador es, a menudo, gastar lo mínimo posible para cumplir con esa obligación. La empresa de mantenimiento se encuentra en medio de esta dinámica.
Navegando el servicio y los retrasos
Tratar con un onderhoudsbedrijf puede ser una experiencia mixta. Una buena empresa será profesional, se comunicará con claridad, y programará las citas con prontitud. Sin embargo, los inquilinos a menudo se quejan de largos tiempos de espera, citas perdidas y reparaciones que no resuelven por completo el problema subyacente. La cadena de mando burocrática puede ser una fuente importante de retrasos. Un profesional de la empresa podría venir a diagnosticar un problema, pero luego tiene que informar a su oficina para obtener la aprobación del costo de las piezas y mano de obra por parte del arrendador o administrador de la propiedad. Este ida y vuelta puede convertir una reparación simple en una saga de varias semanas. Para el inquilino, esto es inmensamente frustrante, especialmente cuando se trata de problemas urgentes como la falta de calefacción o agua caliente.
Para gestionar esto de manera efectiva, los inquilinos deben ser diligentes en su comunicación. Cuando envíe una reparatieverzoek (solicitud de reparación), hágalo por escrito (por correo electrónico) tanto al arrendador/administrador de la propiedad como a la empresa de mantenimiento si tiene sus datos de contacto. Esto crea un rastro documental. Sea específico sobre el problema. Si no está satisfecho con la rapidez o la calidad de la reparación, debe escalar la queja de vuelta a la persona con la que tiene el contrato: su arrendador. Es el arrendador quien es legalmente responsable del mantenimiento, no el onderhoudsbedrijf. La empresa es simplemente su herramienta elegida. Si el arrendador no logra garantizar reparaciones oportunas y adecuadas a través de la empresa que eligieron, incurre en un incumplimiento de sus obligaciones legales. En tales casos, un inquilino puede tener motivos para emprender acciones adicionales, como involucrar a la Huurcommissie para exigir acción y una reducción temporal del alquiler.