El principio del riesgo compartido
El deducible de seguro, conocido en holandés como el eigen riesgo (riesgo propio), es un concepto fundamental en casi todos los tipos de seguro, desde seguros de salud y de coche hasta seguros de contenidos del hogar y pólizas de responsabilidad civil. Representa la porción de una pérdida financiera que la persona asegurada debe soportar cuando presenta una reclamación. Por ejemplo, si su seguro de contenidos del hogar tiene un deducible de 150 € y su portátil es robado, si la aseguradora valora la reemplazo en 1.000 €, le pagarán 850 € (1.000 € menos el deducible de 150 €). Usted es responsable de los primeros 150 € del costo. El propósito del deducible es doble. En primer lugar, reduce el número de reclamaciones pequeñas y triviales, que son costosas administrativamente para las aseguradoras. En segundo lugar, fomenta un sentido de riesgo compartido, teóricamente animando al titular de la póliza a ser más cuidadoso y a tomar medidas preventivas para evitar pérdidas.
En los Países Bajos, el deducible más conocido es el obligatorio eigen risico en el paquete de seguro de salud básico. Este es un monto fijado por ley (p. ej., €385 al año) que una persona debe pagar por la mayoría de tipos de atención médica (excluyendo visitas al médico de cabecera) antes de que su seguro comience a cubrir los costos. Este deducible obligatorio puede aumentarse voluntariamente a cambio de una prima mensual más baja, un intercambio que es una característica clave del sistema de salud neerlandés de competencia gestionada.
La compensación: primas vs. costos de bolsillo
El deducible es el mecanismo principal mediante el cual los consumidores pueden influir en sus primas de seguro. Las aseguradoras casi siempre ofrecerán pólizas con diferentes niveles de deducible. Una póliza con un deducible alto tendrá una prima mensual más baja, mientras que una póliza con un deducible bajo o nulo será más cara. Esto crea una compensación directa que requiere una evaluación de riesgo personal. Al elegir un deducible alto, estás apostando esencialmente a que es poco probable que realices una reclamación. Ahorras dinero cada mes en la prima, pero aceptas el riesgo de un gasto de bolsillo más alto si ocurre un incidente. Por el contrario, al elegir un deducible bajo, pagas más cada mes por la tranquilidad de saber que tus costos de bolsillo serán mínimos si necesitas presentar una reclamación.
Un análisis escéptico señalaría que este sistema puede ser desfavorable para quienes tienen ingresos más bajos o menos ahorros. Aunque una prima más baja es atractiva, un deducible de 500 € o más puede representar una carga financiera significativa. Es un sistema que favorece a quienes tienen el colchón financiero para autoasegurarse frente a pérdidas menores. Al elegir una póliza de seguro, no solo hay que mirar la prima mensual, sino evaluar de manera realista tu capacidad para absorber el deducible en un escenario de peor caso.