La mecánica del control
Un woonruimtequotum es una cuota o límite que un municipio impone a la asignación de su stock de vivienda (woonruimte). Es una herramienta de microgestión utilizada para controlar el tipo de vivienda disponible dentro de un distrito específico o incluso en una sola calle. Esto no se trata del número total de casas, sino de cómo se permite usar esas casas. Por ejemplo, un municipio podría implementar una cuota para limitar el número de residencias independientes que pueden convertirse en propiedades para alquiler por habitaciones (HMOs, o kamerverhuur), una práctica a menudo usada para vivienda estudiantil. De manera similar, una cuota puede usarse para restringir el número de propiedades que pueden ser utilizadas para alquileres de corta estancia como Airbnb o para limitar la división de grandes casas unifamiliares en apartamentos más pequeños y separados (splitsing). La justificación oficial es mantener la 'calidad de vida' (leefbaarheid) en un vecindario, evitando que ciertas áreas queden dominadas por poblaciones transitorias y preservando el carácter existente de la comunidad para sus residentes a largo plazo.
Tratar los síntomas, no la enfermedad
Desde un punto de vista escéptico, un woonruimtequotum es una política profundamente problemática que a menudo hace más daño que bien para el mercado de alquiler en su conjunto. Estas cuotas suelen promulgarse en respuesta a quejas de propietarios establecidos o residentes de largo plazo que se ven molestos por la molestia percibida de los estudiantes, turistas u otros grupos. Aunque puede satisfacer a una base electoral local específica, no hace absolutamente nada para abordar la causa subyacente del problema: una escasez severa y sistémica de vivienda asequible. Al restringir la creación de viviendas compartidas o apartamentos más pequeños, el municipio limita artificialmente la oferta de los tipos de alojamiento más asequibles. Esto tiene el efecto perverso de empujar a estudiantes, jóvenes profesionales y personas de bajos ingresos fuera de ciertos vecindarios y obligarlos a competir por viviendas aún más escasas y caras en otros lugares. Un woonruimtequotum es un ejemplo clásico de una política que trata el síntoma (p. ej., el ruido de una casa de estudiantes) en lugar de la enfermedad (la falta de vivienda estudiantil construida con un propósito). Es una medida proteccionista que puede verse como una forma de control de acceso municipal, priorizando la comodidad de los residentes existentes sobre las necesidades urgentes de vivienda de otros, y que, en última instancia, agrava la crisis que afirma gestionar.


















