Transacción entre inquilinos
Cuando un inquilino se muda de un apartamento semi-amueblado (semi-amueblado) o sin amueblar (sin amueblar), por lo general se le exige devolverlo a su estado original. Sin embargo, puede haber instalado artículos que son útiles pero no prácticos de mover, como un suelo laminado de alta calidad, cortinas hechas a medida o una lavadora que encaja perfectamente. En estos casos, el inquilino que se va puede ofrecer vender estos artículos al inquilino entrante. El precio pagado por estos artículos se conoce como overnamekosten, o costos de toma. Esta es una transacción privada e informal que se realiza directamente entre los inquilinos antiguo y nuevo. El arrendador generalmente no participa, salvo tal vez para facilitar el contacto inicial entre las dos partes.
Esta práctica puede ser una situación beneficiosa para ambas partes. El inquilino que se va evita el trabajo y el costo de retirar los objetos y puede recuperar parte de su inversión inicial. El inquilino entrante adquiere artículos que probablemente necesite, a menudo a un precio inferior al de comprar nuevos, y evita los desafíos logísticos de la entrega e instalación. Los artículos comunes incluidos en un traspaso son pisos, cortinas, luminarias y, a veces, electrodomésticos grandes o muebles como armarios. El proceso es completamente voluntario; el inquilino entrante no tiene ninguna obligación de aceptar la oferta o los precios propuestos.
Negociación y posibles trampas
La clave para una transacción justa de overnamekosten es la negociación. El precio pedido por el inquilino saliente suele ser un punto de partida, y es perfectamente aceptable que el inquilino entrante negocie, especialmente si los artículos son antiguos o muestran un desgaste significativo. Es aconsejable que el nuevo inquilino haga una búsqueda rápida en línea para comprobar el precio de equivalentes nuevos y asegurarse de que la oferta represente un buen valor. El acuerdo, incluida una lista de todos los artículos y sus precios acordados, debe ponerse por escrito y ser firmado por ambas partes para evitar disputas futuras. El pago solo debe realizarse una vez que el nuevo inquilino tenga las llaves y haya verificado que todos los artículos acordados están presentes y en la condición esperada.
Una señal de alerta significativa es cuando un casero o un agente de alquiler intenta hacer de la aceptación de altos overnamekosten una condición para alquilar la propiedad. Esta es una práctica ilegal. El contrato de alquiler es con el casero y debe estar completamente separado de cualquier transacción privada con el inquilino anterior. Presionar a un inquilino potencial para que pague tarifas exorbitantes por artículos antiguos o indeseables es una forma de coacción que puede denunciarse ante grupos de defensa de inquilinos o a la Huurcommissie.