La utilidad esencial, no competitiva
Un wateraansluiting, o conexión de agua, es el punto en el que una propiedad está conectada a la red local de agua potable. Esta conexión y el medidor de agua asociado (watermeter) son gestionados por una empresa regional de agua de propiedad pública, como Waternet en Ámsterdam o Dunea en La Haya. A diferencia del mercado de la energía, el suministro de agua en los Países Bajos no está liberalizado. Esto significa que no hay competencia. No puedes elegir a tu proveedor de agua; la ubicación de la propiedad dicta qué empresa debes usar. Este estatus de monopolio garantiza calidad y suministro, pero elimina cualquier elemento de elección del consumidor o competencia de precios.
La wateraansluiting física y el medidor se ubican típicamente donde entra la tubería principal de agua a la propiedad, a menudo en un armario de contadores (meterkast), en el sótano o en un pozo especial debajo de la alfombra (meterput). Al mudarte a un nuevo alquiler, el inquilino es responsable de registrarse ante la empresa de agua local. Esto implica proporcionar sus datos personales y la lectura del medidor de agua a la fecha de entrega de llaves. La empresa de agua luego abre una cuenta a nombre del inquilino y le factura directamente, por lo general en base a un trimestre o anualmente. La factura se compone de una parte variable basada en el consumo (precio por metro cúbico, m³) y un cargo anual fijo (vastrecht) por la conexión y el mantenimiento de la red.
Suministro con medidor vs. suministro sin medidor
La distinción más importante para un inquilino es si su apartamento tiene su propio wateraansluiting y su propio medidor dedicado. En la mayoría de casas unifamiliares y apartamentos modernos, este es el caso. Esto garantiza que solo pagues por el agua que realmente consumes. Sin embargo, en muchos edificios de apartamentos antiguos o casas convertidas, nunca se instalaron medidores individuales. En su lugar, hay una única conexión maestra para todo el edificio. En esta situación, el inquilino no puede registrarse ante la empresa de agua. El arrendador tiene el contrato para todo el edificio y recibe una gran factura. El arrendador debe luego dividir este costo total entre los inquilinos como parte de los servicekosten.
Este sistema sin medidor es un punto de controversia frecuente. El arrendador debe usar una verdeelsleutel, a menudo basada en el número de ocupantes por apartamento, para asignar los costos en el arreglo anual (eindafrekening). Sin embargo, esto es intrínsecamente impreciso y puede conducir a situaciones en las que una persona ahorrativa y sobria subsidia el consumo de agua de una gran familia vecina. Un inquilino escéptico siempre debería preferir una propiedad con su propio watermeter, ya que es la única manera de garantizar un vínculo directo y transparente entre consumo y costo. En una situación sin medidor, dependes de la diligencia administrativa del arrendador y de la equidad de un sistema que, en el mejor de los casos, es una estimación aproximada.