Derecho del inquilino frente a la limitación del arrendador
Una cláusula de terminación anticipada es una disposición que describe las condiciones bajo las cuales un contrato de arrendamiento puede terminarse antes de su conclusión programada. La aplicación de tal cláusula en los Países Bajos es un claro ejemplo del poder de la protección del inquilino. Para el inquilino: La capacidad del inquilino para terminar es amplia. En un contrato indefinido, el derecho a terminar con un preaviso de un mes es un derecho legal. En un contrato de duración determinada (p. ej., de 12 meses), una cláusula de terminación anticipada es la llave dorada de la flexibilidad para el inquilino. Para el arrendador: La capacidad del arrendador para terminar es extremadamente limitada. No pueden hacer cumplir una cláusula general de 'terminación anticipada' para desalojar a un inquilino por su propia conveniencia. Deben basarse en las causas específicas y limitadas de terminación previstas por la ley (p. ej., impagos del alquiler, molestias graves) y, si el inquilino impugna, deben obtener una sentencia judicial.
La trampa del contrato a plazo fijo para los inquilinos
Es esencial que los inquilinos sean conscientes de una trampa legal significativa relacionada con la terminación anticipada en contratos de duración determinada. La regla predeterminada para un contrato de duración determinada (p. ej., de un año) es que es vinculante para ambas partes durante toda la duración. Esto significa que si firmas un contrato de 12 meses sin una cláusula explícita de terminación anticipada para el inquilino, legalmente estás obligado a pagar el alquiler durante los 12 meses, incluso si tu trabajo te traslada a otro país después de seis meses. Para evitar esta trampa, un inquilino que firma un contrato de duración determinada debe asegurarse de incluir una cláusula específica, como: "El inquilino tiene en todo momento la facultad de terminar este contrato de forma anticipada con observancia de un periodo de preaviso de un mes natural."
La excepción de la cláusula diplomática para los arrendadores
La principal excepción en la que un arrendador puede hacer cumplir una cláusula de terminación anticipada es la cláusula diplomática. Esta es una cláusula específica, reconocida por la ley, para un arrendador que se traslada temporalmente al extranjero (p. ej., por trabajo) y tiene la intención de volver a ocupar la propiedad a su retorno. Esta cláusula, si está correctamente formulada, otorga al arrendador el derecho a terminar el contrato de arrendamiento al final del periodo acordado. Esta es una de las pocas situaciones en las que la necesidad del arrendador de la propiedad puede superar la seguridad de tenencia del inquilino.