El sistema de calefacción colectivo
Blokverwarming, o calefacción por bloques, es un sistema de calefacción centralizado común en complejos de apartamentos antiguos y grandes en los Países Bajos. En lugar de que cada apartamento tenga su propia caldera central individual (CV-ketel), todo el edificio es atendido por una gran caldera compartida, normalmente ubicada en un sótano o cuarto de servicios. Esta unidad central calienta agua que luego se distribuye a todos los apartamentos individuales para alimentar sus radiadores y proporcionar agua caliente sanitaria. Con este sistema, los inquilinos no tienen un contrato directo e individual con una compañía de gas para su calefacción. En su lugar, el propietario del edificio o la Vereniging van Eigenaren (VvE) tiene un único contrato comercial de gas para la caldera central.
El inquilino paga la calefacción y el agua caliente como parte de sus costos mensuales de servicio (servicekosten) al arrendador. Estos pagos son un voorschot. Al final del año, la factura de gas total del edificio se divide entre los residentes en función de su consumo individual. Esto se mide por pequeños calorímetros o medidores adheridos a cada radiador, que registran el uso. El arrendador luego calcula la eindafrekening (saldo final), y el inquilino recibirá un reembolso o deberá pagar una cantidad adicional, dependiendo de si sus pagos adelantados fueron suficientes para cubrir su parte real del consumo.
Falta de transparencia y control
Aunque blokverwarming puede ser eficiente a gran escala, a menudo presenta desventajas significativas para los inquilinos. La queja más común es una profunda falta de transparencia y control. El inquilino no tiene voz en la elección del proveedor de energía; está atado al contrato comercial negociado por la Vereniging van Eigenaren (VvE) o el arrendador, que puede no ser el más rentable. La anual eindafrekening puede ser compleja y opaca, dificultando que un inquilino verifique si su parte de los costos ha sido calculada correctamente. La Warmtewet holandesa ofrece cierta protección al consumidor al fijar el precio que se puede cobrar, vinculándolo al costo de una caldera individual, pero las disputas sobre la equidad de la factura final siguen siendo comunes.
Además, estos sistemas, especialmente en edificios antiguos, pueden ser ineficientes, lo que conduce a un mayor consumo que una caldera moderna de alta eficiencia individual. Los inquilinos también tienen menos control directo sobre su calefacción; aunque pueden ajustar los termostatos de sus propios radiadores, la temperatura general y el momento del sistema central están fuera de su control. Al considerar un apartamento con blokverwarming, es crucial pedir el estado de liquidación del año anterior para obtener una idea realista de los costos de calefacción anuales reales, ya que el pago adelantado mensual anunciado puede ser una estimación optimista e inexacta.