Una característica personalizada de valor cuestionable
Una barbacoa empotrada (ingebouwde barbecue o vaste barbecue) no es una amenidad estándar en los Países Bajos; es una característica personalizada que es excepcionalmente rara de encontrar en una propiedad de alquiler. Si un jardín o patio incluye una estructura de barbacoa de ladrillo o piedra, casi con certeza fue construida por un propietario anterior o un inquilino. Aunque pueda presentarse como una característica deseable para el entretenimiento al aire libre, un inquilino potencial debería acercarse a ello con un escepticismo significativo. A diferencia de una parrilla portátil, su ubicación es fija, lo cual podría no ser ideal. Más importante aún, su estado, seguridad e incluso la legalidad de su uso son todas cuestiones importantes. Esta es una característica no estándar para la cual es poco probable que el arrendador asuma responsabilidad alguna.
Condición, Seguridad y Mantenimiento
Cualquier barbacoa empotrada probablemente se ofrece en una condición estrictamente 'tal como está'. Debes inspeccionarla de cerca. ¿Está la rejilla de la parrilla (rooster) limpia y utilizable, o es un desastre oxidado y cubierto de grasa? ¿La estructura es sólida, o hay grietas en la mampostería? Si se trata de una barbacoa a gas conectada a una línea de gas permanente, su seguridad es una preocupación primordial que requeriría verificación profesional. El inquilino será plenamente responsable de limpiar y mantener la barbacoa. Dado que es una instalación permanente, cualquier daño causado por negligencia podría reclamarse del depósito de seguridad. En la mayoría de los casos, es mejor que el inquilino use su propia barbacoa limpia, moderna y portátil.
El mayor obstáculo: restricciones de uso
El problema más significativo de una barbacoa empotrada es que puede que ni siquiera tenga permiso legal para usarla. Hacer barbacoas es una actividad fuertemente regulada en las densas zonas residenciales de los Países Bajos debido a las molestias por humo y al riesgo de incendio. La mayoría de las regulaciones de Vereniging van Eigenaars (VvE) para complejos de apartamentos prohíben por completo el uso de barbacoas de carbón en balcones, azoteas y jardines comunitarios. Las ordenanzas municipales locales (Algemene Plaatselijke Verordening - APV) también pueden imponer reglas estrictas. Incluso en un jardín de una casa unifamiliar, provocar humo excesivo que moleste a sus vecinos puede dar lugar a avisos oficiales y multas. Por tanto, la presencia de una hermosa estructura de barbacoa de ladrillo es completamente inútil si las normas le prohíben encender un fuego en ella. Un inquilino debe siempre revisar las reglas de la VvE y las regulaciones locales antes de considerar usar tal característica.