Para la gran mayoría de los residentes de apartamentos holandeses, un balcón privado (privébalkon) es la forma más común y, a menudo, la única forma de espacio exterior personal disponible. Ofrece una pequeña pero valiosa extensión de la zona de estar, proporcionando un lugar para aire fresco, un café matutino o algunas plantas en macetas. A diferencia de un jardín compartido, un balcón privado es de uso exclusivo del inquilino, proporcionando un grado de privacidad frente a los vecinos. Sin embargo, el término 'balcón' abarca una gran variedad de tamaños y calidades. Los holandeses son maestros de un balcón casi cómicamente pequeño, a veces llamado postzegel balkon ('balcón de tamaño de timbre postal'), que solo es lo suficientemente grande para que una persona pueda ponerse de pie. Por lo tanto, cuando una propiedad anuncia un balcón, el inquilino debe investigar su tamaño real y su orientación (ligging) para determinar su verdadera usabilidad.
Tamaño, Orientación y Usabilidad
El valor práctico de un balcón está determinado por tres factores: tamaño, orientación y profundidad. Tamaño: ¿Es lo suficientemente grande para colocar una pequeña mesa y un par de sillas, o es simplemente una repisa estrecha? Siempre verifica las dimensiones. Orientación: La dirección que mira el balcón es crítica en el clima neerlandés. Un balcón orientado al sur (balkon op het zuiden) obtendrá más sol y es muy deseable. Uno orientado al este es agradable por la mañana, uno orientado al oeste por la tarde, y un balcón orientado al norte permanecerá a la sombra durante la mayor parte del día, haciéndolo significativamente menos atractivo. Profundidad: Un balcón estrecho, al estilo de una bolera, es mucho menos usable que uno más profundo y casi cuadrado, incluso si su superficie total en metros cuadrados es la misma. Un balcón más profundo permite una disposición de muebles más funcional.
Normas, Regulaciones y Responsabilidades
Un balcón no es un espacio sin reglas. Su uso está casi siempre regido por las normas de la Vereniging van Eigenaars (VvE), que son vinculantes para los inquilinos. Estas normas suelen imponer restricciones estrictas sobre lo que puedes y no puedes hacer. Barbacoa es un punto común de discordia, y las barbacoas de carbón suelen estar completamente prohibidas debido al riesgo de incendio y a la molestia por humo. Taladrar en las paredes exteriores o en el techo para colgar plantas o luces suele estar prohibido para proteger la fachada y la impermeabilización del edificio. Puede haber normas sobre el tipo de pavimento que puedes colocar, el color de las cortinas solares (zonnescherm), o incluso colgar la ropa para secar. El inquilino es responsable de mantener el balcón limpio y de asegurarte de que el desagüe no esté taponado. El arrendador, a su vez, es responsable de la integridad estructural del balcón, incluyendo el piso, las barandillas y el concreto.