Poseer los ladrillos, alquilar la tierra
Erfpacht, o arrendamiento de terreno, es una característica común en el panorama inmobiliario holandés, especialmente prevalente en ciudades importantes como Ámsterdam, Utrecht y La Haya. Es una construcción legal que separa la propiedad de la tierra de la propiedad del edificio construido sobre ella. Bajo este sistema, un propietario (el erfpachter) compra y posee su casa o apartamento, pero no posee la tierra debajo. En su lugar, mantienen un derecho de uso a largo plazo sobre la tierra, por el cual pagan una renta anual, conocida como un canon, al propietario de la tierra (el erfpachtgever), que suele ser el municipio. Este sistema fue históricamente utilizado por las ciudades para mantener el control sobre el desarrollo urbano y generar un flujo continuo de ingresos públicos.
Implicaciones para Propietarios e Inquilinos
Para una persona que compra una casa, la presencia de erfpacht es un factor financiero y legal crítico. Los términos del contrato de arrendamiento de terreno, que pueden tener décadas o incluso un siglo de antigüedad, dictan el tamaño del pago de canon y, lo crucial, cuándo y cómo puede revisarse. Esto crea una capa de complejidad y riesgo financiero potencial que no existe con la 'propiedad plena' (volledig eigendom). Para un inquilino que alquila una propiedad, la existencia del arrendamiento de terreno suele ser una preocupación indirecta. Es responsabilidad del arrendador pagar el canon. Sin embargo, este costo significativo para el arrendador se refleja sin duda en el cálculo del alquiler mensual del inquilino. La carga financiera para el propietario se transfiere simplemente al ocupante, contribuyendo al alto costo de la vivienda en ciudades donde el arrendamiento de terreno es común.