No es un hogar real
Un alquiler vacacional es una casa o apartamento amueblado alquilado por un corto periodo, específicamente para fines turísticos o recreativos. Este es el mundo de plataformas como Airbnb, Booking.com y Vrbo. Es crucial para cualquiera que busque vivienda en los Países Bajos entender que estas propiedades existen en un universo legal completamente diferente de los alquileres residenciales. Una persona que se aloja en un alquiler vacacional es un turista o huésped, no un inquilino. El acuerdo que tienen es para alojamiento temporal, no para vivienda. Como tal, se les concede ninguna protección de arrendamiento. El propietario puede establecer las reglas, el precio lo dicta la demanda del mercado, y no hay seguridad de tenencia más allá de las fechas que has reservado y pagado. Todo este sector está fuertemente regulado por los ayuntamientos, no para proteger a los huéspedes, sino para proteger la habitabilidad de la ciudad y su stock de vivienda disponible de ser convertido en un mar interminable de hoteles para turistas.
La perspectiva del arrendatario: Por qué debería importarte
Si buscas un lugar para vivir, no solo para visitar, ¿por qué deberían importarte las reglas de los alquileres vacacionales? La razón principal es evitar estafas y situaciones de vivienda ilegales. En un mercado de vivienda desesperado, algunas personas pueden intentar alquilar ilegalmente una propiedad por un periodo medio (p. ej., de tres a seis meses) que solo está licenciada como alquiler vacacional. Podrían ofrecerte un 'contrato temporal' y pedirte que pagues una cantidad considerable por adelantado. Esta es una propuesta increíblemente arriesgada.
Si participas en tal acuerdo, estarás viviendo en una propiedad de forma ilegal. Casi con toda seguridad no podrás registrarte en la dirección ante el municipio (BRP), lo cual es esencial para vivir y trabajar en los Países Bajos. Además, tu ocupación es extremadamente precaria. Si la ciudad descubre el alquiler ilegal, o si el propietario simplemente obtiene una oferta mejor en Airbnb, podrías ser desalojado sin previo aviso y sin recurso legal. El 'contrato' que firmaste sería inútil, ya que es para una actividad ilegal. El inquilino escéptico debe estar en alerta máxima ante cualquier oferta que parezca difuminar la línea entre un contrato de arrendamiento residencial y una estancia vacacional. Las señales de alerta incluyen que un arrendador sea vago respecto al registro, pida pagos en efectivo, o no esté dispuesto a proporcionar un contrato de arrendamiento estándar y de larga duración.
Diferenciando del legal 'short-stay'
Para añadir más confusión, algunos municipios tienen una categoría separada para apartamentos legales de 'short-stay', que son diferentes de los alquileres vacacionales. Estos son inmuebles específicos que tienen una licencia para ser alquilados por periodos que van desde una semana hasta seis o doce meses, a menudo dirigidos a expatriados, estudiantes internacionales o personas en una fase de vivienda de transición. Estos son legales, y normalmente puedes registrarte en la dirección. Sin embargo, como los apartamentos con servicios, también suelen estar exentos de la protección estándar del arrendamiento. El contrato tendrá una fecha de finalización fija e innegociable, y no se convertirá en un alquiler indefinido.
En resumen, la jerarquía de la seguridad de la vivienda es clara:
- Acuerdo de tenencia indefinida: Protección máxima.
- Acuerdo de tenencia a plazo fijo (hasta 2 años): Protección fuerte durante el término, pero seguridad limitada.
- Short-Stay legal (con licencia): No hay protección de arrendamiento, pero una opción legal y estable para un periodo temporal definido.
- Alquiler vacacional: Solo para turistas. Alquilar uno para vivir allí es una empresa ilegal y de alto riesgo.
Entender a qué categoría pertenece una propiedad es el primer paso para comprender los derechos que tendrás, y no tendrás, como ocupante.



















