Un camino hacia la propiedad plagado de peligros
La mecánica de 'huurkoop'
Un acuerdo de alquiler con opción de compra, conocido en la legislación neerlandesa como huurkoop, es un contrato híbrido que combina elementos de un contrato de alquiler con un contrato de compra. El residente vive en la propiedad como inquilino y paga una cantidad mensual. Sin embargo, una parte de este pago mensual no es renta sino una cuota a cuenta del precio de la propiedad. Al final del plazo acordado, el inquilino-comprador ha pagado la propiedad en su totalidad y la propiedad se transfiere oficialmente mediante una escritura notarial. El acuerdo debe estar documentado por una escritura notarial para ser legalmente válido. Durante el periodo de huurkoop, el residente tiene los derechos de uso de un inquilino, pero también algunas obligaciones de un propietario, como ser responsable del mantenimiento mayor.
Por qué es tan poco común la vivienda
Aunque está legalmente definido, huurkoop es extremadamente poco común para propiedades residenciales en los Países Bajos. Hay varias razones para ello:
- Riesgo financiero: Es un riesgo enorme para el vendedor-arrendador. Ellos están actuando efectivamente como un banco, proporcionando una hipoteca a varios años al comprador, con todos los riesgos de impago asociados.
- Falta de financiación: Es difícil obtener una hipoteca tradicional para financiar un arreglo de huurkoop, lo que significa que solo es viable para compradores que no necesitan un préstamo bancario.
- Falta de flexibilidad: El contrato somete a ambas partes a un acuerdo a largo plazo. Si las circunstancias del inquilino-comprador cambian y ya no pueden hacer los pagos, pueden perder su vivienda y toda la 'equidad' que han pagado en cuotas.
- Mejores alternativas: El mercado hipotecario neerlandés, bien desarrollado, con tipos de interés fijos a largo plazo y la Garantía Nacional de Hipoteca (NHG), ofrece una vía mucho más segura y convencional hacia la propiedad de la vivienda.
Debido a estos factores, huurkoop se encuentra con mayor frecuencia en bienes inmuebles comerciales o para bienes de consumo de alto valor, no para comprar una casa.