Roosendaal es una ciudad dinámica ubicada en la provincia de Brabante del Norte en los Países Bajos, reconocida como el municipio más grande dentro del área de Roosendaal. Su posición estratégica a lo largo de la línea ferroviaria Ámsterdam-Róterdam-Antwerp ha establecido a Roosendaal como un importante centro logístico internacional, siendo la última estación holandesa antes de la frontera belga. Con el Beneluxtrein deteniéndose aquí desde 1957, la ciudad ha sido un punto de tránsito esencial para los viajeros que se dirigen a Bruselas y más allá. La ciudad cuenta con una rica historia que se remonta al siglo XIII, cuando era simplemente una colección de aldeas. El establecimiento de una capilla en 1268 marcó el comienzo de su crecimiento, con el nombre Roosendaal apareciendo por primera vez en documentos históricos. A lo largo de los siglos, Roosendaal evolucionó hasta convertirse en una próspera ciudad con un puerto bullicioso, facilitando el comercio y el transporte a través de sus vías fluviales, particularmente durante el apogeo de la extracción de turba en los siglos XVI y XVII.